Austin, TX

Tras dejar atrás la posh Marfa, pongo rumbo a Austin. Haciendo gala una vez más de mi poca prisa por llegar a los sitios y un amor incondicional por los lugares poco transitados, hago mi primera parada en la madre de todos los pueblos abandonados, Terlingua, en los alrededores de Big Bend NP, y que es el epítome de la ciudad fantasma. En su momento fue un pueblo minero, pero a mi me gusta más su definición como sede del Primer Campeonato Mundial de Chili en 1967, y que parece que reúne a más de 10,000 personas cuando se celebra el primer sábado de cada Noviembre. Teniendo en cuenta que la ciudad tiene un censo de 58 personas (aprox.), es un incremento a tener en cuenta.

Aquí me pedían sutilmente que dejase a Monroe en el coche.

Atravesando Big Bend llego a South Llano River SP y acampo en su bonito camping. Cuando bajo a formalizar mi entrada en la oficina me dan la bienvenida una pareja de armadillos. Nunca antes había visto armadillos campando a sus anchas, y pienso que deben ser una suerte de mascotas del lugar, pero luego me doy cuenta que estos animales tan peculiares están por todas partes… y que se la trae muy al pairo que haya humanos a su alrededor. Supongo que es el efecto en tu autoestima que te da el vestir armadura, no les culpo. Debe molar MUCHO.

El camping, como su nombre indica, está situado a orillas del Llano River. Limpio, bonito y tranquilo. Y con animales con super poderes, qué más se podría pedir?

Al día siguiente retomo mi periplo hacia Austin. Elijo un camping nuevo a las afueras de la ciudad porque mi intención es quedarme un par de días. Ya conozco Austin y me apetece disfrutar de la ciudad. Y, sobre todo, llevo pensando en sus barbacoas desde hace ya unos días.

Al llegar al camping me doy cuenta de que el Burro ha sido reducido por los Jíbaros.

Y por fin la ansiada costilla… como podéis ver en Texas las proporciones son una fantasía (costilla a tamaño real).

Cada vez que visito una ciudad nueva lo primero que busco para visitar son los anticuarios. A través de los objetos creo que se entiende mucho mejor el lugar, aunque es una prueba de fuego siempre para mi por mi tendencia al “hoarding”, que entra en conflicto directo con el espacio limitado que arrastro de un lugar a otro. En Austin encuentro uno que ya ha pasado a ser uno de mis favoritos (por el momento), Uncommon Objects. Y tanto que lo eran. Mi favorito, el plato para ojos.

Desde Austin hago una excursión breve a San Antonio. Es una ciudad bonita, atravesada por un río con un paseo precioso en sus orillas. No consigo visitar el sitio donde tuvo lugar la famosa batalla del Alamo porque llego justo… en el día que conmemoran la batalla. El ambiente en una mezcla entre festivo, marcial y tenso, dada la alta densidad de población de origen mexicano. En cualquier caso, me encanta pasear por sus calles, y el río le da un aspecto bastante europeo al lugar.

Y claro, no hay ciudad que se precie sin su club social con escenas ultra violentas de caza.

Texas is more, definitivamente.

Próxima parada: Lafayette, LA

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